El barón Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, era un aristócrata francés con un enorme y encerado bigote que colgaba de su cara. En 1914, el barón anunció que había diseñado un símbolo para el vigésimo aniversario de los Juegos. “Este es, verdaderamente, un emblema internacional”, escribió el barón sobre los cinco anillos, entrelazados para sugerir la unidad de los pueblos. Pero, ¿de dónde obtuvo el barón la idea para su diseño?. El resto de la historia (en inglés) en The New York Times.
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